Todo comenzó con el confinamiento… Los centros de salud cerraron y las matronas sólo hacían llamadas telefónicas…hasta entonces yo estaba muy tranquila, porque para marzo íbamos a comenzar las clases de preparación al parto, pero todo se torció ya que no iba a ser posible, me cambiaron hasta la matrona (un jaleo)… empecé a leer libros sobre lactancia materna y sueño del bebé, además de seguir alguna que otra matrona por Instagram donde cada semana hacían algún directo sobre temas diferentes…pero la realidad es que todo era general y cada mujer somos un mundo con nuestras dudas, miedos e inquietudes… 

Por eso me animé a realizar el acompañamiento tanto de parto, lactancia y postparto con una persona que se centrara en mi caso particular y el de mi familia. En concreto, papis primerizos con poca idea…era inminente, íbamos a tener una preciosa bebé y no nos hacíamos a la idea.  

Desde un principio Sara nos trató con mucho cuidado y cariño… además no solo se centraba en mí, si no que hacía partícipe a mi marido y le daba diferentes pautas de actuación para que pudiéramos tener un parto positivo los dos juntos , todo esto por videollamada, claro (Santiago descubrió inmensidad de cosas que ni se le habían pasado por la cabeza y eso fue muy bueno para los dos). El parto fue genial ,al menos para mí…estoy muy contenta de haberlo conseguido y aquí Sara también fue pilar fundamental..con sus palabras de ánimo y su interés en cada ratito por ver cómo iba el parto, nos preguntaba si estábamos tranquilos, cómo nos encontrábamos…al igual que en el postparto me sentí muy empoderada y feliz, tenemos una bebé preciosa y bonita que aunque nos quite el sueño es un regalazo, nos tiene enamorados. 

Con respecto a la lactancia materna y exclusiva, aprendimos muchísimo, como he dicho, me había leído un libro…pero nada que ver las explicaciones del libro con las explicaciones prácticas y reales de Sara…cómo colocar al bebé para que no te haga grietas, lactancia a demanda, Sara miró el frenillo detenidamente para asegurar un buen agarre y con ello una buena alimentación… consejos y más consejos  y más consejos para que todo fuera rodado y no desistiera con la lactancia. Yo sé que es de lo mejor que le puedo dar a mi bebé, y oye, ¿por qué no aprovecharlo? No dude ni un segundo en alimentarla así, somos mamíferos y nuestras crías toman leche de la madre al igual que otros animales y ellos no se lo plantean…es el recurso natural que tenemos. Ojo, con esto no digo que la lactancia artificial sea mala, cada mujer puede escoger libremente y estará bien, porque es lo mejor para ella y su bebé, para eso lo han inventado, no?.  

A día de hoy estamos super contentos, se nota que a Sara le gusta su trabajo y lo que hace y así lo transmite a las parejas que vamos cada día a su consulta. Siendo crítica, ayer fuimos al pediatra y la nena había engordado 340 gramos en una semana, tan solo con lactancia exclusiva…así que si todo va bien, no hay porqué preocuparse de más y en estos momentos de la maternidad es un extra, estar tranquila. 

Decir que este proceso de lactancia no finaliza…aunque todo vaya rodado…puede surgir imprevistos…y más siendo mamá primeriza…y Sara sigue atendiéndote con cariño y una sonrisa, cuando tienes una mastitis por ejemplo. 

 Por último, destacar que los pañuelos de porteo que tiene Sara en la consulta son una maravilla, tienes a tu bebé cerquita, se relaja, se duerme…es fácil de dar pecho y las dos vamos bien agustito…ella me enseñó a ponérmelo y usarlo casi a diario…y ahora con el covid-19 qué mejor que tener a tu bebé cerca para que la gente no se acerque demasiado ( reflexiones de madre protectora). 

En resumen, acompañamiento de 10 en todos los aspectos y lo que me he dejado en el tintero.

Santiago, Elvira y Julieta