El porteo, o el acto de llevar a un bebé en un portabebés, ha sido una práctica común en muchas culturas a lo largo de la historia. Los beneficios del porteo para los bebés son numerosos y están respaldados por investigaciones científicas.

A continuación, presentamos algunos de los beneficios más destacados:

Desarrollo emocional y vínculo afectivo: El contacto físico constante entre el bebé y el cuidador durante el porteo fomenta un fuerte vínculo afectivo. Este contacto cercano ayuda a regular las emociones del bebé, proporcionando una sensación de seguridad y protección. Estudios han demostrado que los bebés que son porteados lloran menos y muestran menos signos de estrés.

Desarrollo físico: El porteo promueve el desarrollo físico del bebé. La posición ergonómica en un portabebés adecuado apoya el desarrollo saludable de la columna vertebral y las caderas del bebé. Además, el movimiento constante mientras se porta al bebé estimula el sistema vestibular, que es crucial para el desarrollo del equilibrio y la coordinación.

Estimulación cognitiva: Los bebés que son porteados están en una posición ideal para observar e interactuar con su entorno. Esta exposición constante a estímulos visuales, auditivos y táctiles enriquece su desarrollo cognitivo. Los bebés porteados tienen más oportunidades de aprender sobre el mundo que los rodea al estar a la altura de los ojos de los adultos.

Facilita la lactancia materna: El porteo puede facilitar la lactancia materna al permitir un acceso fácil y discreto al pecho. Esto puede ser especialmente útil para las madres que necesitan amamantar en público o mientras realizan otras tareas.

Beneficios para el cuidador: Además de los beneficios para el bebé, el porteo también ofrece ventajas para el cuidador. Llevar al bebé en un portabebés puede distribuir el peso de manera más uniforme, reduciendo la tensión en la espalda y los brazos. También permite al cuidador tener las manos libres para realizar otras actividades mientras mantiene al bebé cerca.

En resumen, el porteo es una práctica beneficiosa tanto para el bebé como para el cuidador. Proporciona un entorno seguro y estimulante para el desarrollo del bebé, al tiempo que fortalece el vínculo afectivo y facilita la lactancia materna. Por estas razones, el porteo es una herramienta valiosa en el cuidado infantil y debe ser considerado por los padres y cuidadores como una opción viable y beneficiosa.

El porteo, por tanto, es una práctica que va más allá de la simple comodidad. Es un gesto de amor y cuidado que tiene profundos beneficios tanto para el bebé como para el porteador.

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Imagen: Mi hija mayor porteando a su hermana.

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